El Mindfulness es un tipo de meditación que proviene de enseñanzas budistas que se centra en practicar la atención plena. Jon Kabat-Zin doctor y profesor de medicina y practicante de meditación budista desde sus 21 años investigando sobre los efectos del entrenamiento mental focalizado en el presente, fue descubriendo sus beneficios en pacientes con dolores crónicos, ansiedad, estrés, etc y como resultado creó la Clínica de Reducción del Estrés del Centro Médico de la Universidad de Massachussets, donde en 1979 puso en marcha un programa, el MBSR (Programa de reducción de estrés basado en Mindfulness) en el que se entrena a las personas en las habilidades para adquirir atención plena en su vida.
Descubrió que reducía el dolor crónico de sus pacientes, la ansiedad, pánico y paliaba los efectos de otras enfermedades como el cáncer o cardiovasculares.

by Robert Collins
Vamos a ponernos en situación, recuerdas tus vacaciones de verano cuando eras un niñ@, cuando jugabas en la calle al balón, al ¨pilla pilla¨, al escondite, como sentías que en ese momento no había nada más en el mundo, como te olvidabas de comer, de volver a casa, de como te olvidabas de todo lo que no estuviera sucediendo en ese instante….
Seguro que has vivido más momentos en la vida en los que te has sentido así de conectado en el presente, incluso a lo largo de la semana hay ratitos donde disfrutas solo del instante que estás viviendo, lo que parece ser más común es que la vorágine en la que vivimos, las preocupaciones, el estrés, la cantidad de estímulos a los que estamos sometidos hace que nuestra mente no esté en el único tiempo que existe realmente, el Presente.
Una definición que nos aporta Jon Kabat-Zinn sobre Mindfulness es…la conciencia que surge de prestar atención, de manera intencionada, al momento presente y sin juzgar.
¿Cuál fue mi Experiencia?
Mi experiencia fue muy positiva, realicé hace unos años el MBSR con una profesora certificada por la Clínica de Reducción del estrés. El programa consta de 8 semanas en 8 sesiones presenciales, una por semana. Te entrenas tanto en la meditación como en entender tus procesos mentales e incorporar la atención plena en tu día a día. Personalmente lo recomiendo, en esas semanas fui notando poco a poco como mi estrado mental estaba más calmado, como empecé a necesitar estar en silencio y sobre todo cambió mi idea sobre la meditación, paso de ser algo que intentaba hacer porque me lo recomendaban mis amigos, a lo que hoy considero indispensable en el proceso de seguir en conexión conmigo misma ♥
Te dejo un par sugerencias para incluir Mindfulness en tu vida:
– En cualquier actividad cotidiana, ponle atención plena. Si estás lavándote los dientes, prueba a hacerlo cambiando de mano, no solo te mantendrá enfocado en ello sino que además de premio estarás ayudando a tu cerebro a crear nuevas conexiones neuronales.
– Respiración consciente. Sí ya sé que todos respiramos, lo que cambia es ponerle foco a nuestra respiración. Podemos tomar conciencia de ella mientras vamos en el metro, en el autobús, caminando hacia el supermercado, ser conscientes de como entra y sale el aire en nuestro cuerpo.

by Les Jay
¿en qué te puede beneficiar la práctica regular de Mindfulness?
La verdad es ya hay un montón de estudios científicos sobre sus beneficios. Estos cuatro cambios son los que recuerdo que noté cuando empecé a practicarlo:
– Disminución el ruido mental. Toda esa palabrería que nos acompaña sin cesar en nuestra mente que nos va agotando va mermando, nos va dando respiros, lo que por consecuencia eleva la energía interna y sentimos que estamos menos cansados.
– Mayor concentración. Esto parece de pedrogrullo dado que lo que entrenas es prestar atención consciente, pues efectivamente lo que se consigue con la práctica diaria y la constancia es que te cuesta menos estar enfocad@, yo lo noté sobre todo en la lectura.
– Ser menos reactiva. Esto fue para mi una de las cosas que más me sorprendieron, pasé a estar más calmada internamente y a no sobresaltarme por cualquier ruido. Empecé a sentir que conservar mi paz interna era más importante que cualquier cosa externa.
– Más inteligencia emocional. La calma me enseñó también a notar mejor mis estados emocionales y a no dejarme arrastrar por ellos o al menos ser consciente que si me arrastraban podía bajar el volumen emocional y regresar con menos dificultad a un estado más neutro. Esto para mi fue un precioso milagro ♥